La pérdida de cabello es un problema común que afecta tanto a hombres como a mujeres en distintas etapas de la vida. Puede manifestarse de forma progresiva o repentina, generando preocupación estética y, en algunos casos, afectando la autoestima.

Principales causas de la pérdida de cabello

Existen múltiples factores que pueden provocar pérdida de cabello, entre ellos:

• Predisposición genética (alopecia androgénica)

• Cambios hormonales

• Estrés físico o emocional

• Enfermedades autoinmunes

• Deficiencias nutricionales

• Uso excesivo de productos químicos o calor en el cabello

Identificar la causa es fundamental para determinar el tratamiento adecuado.

Tipos de pérdida de cabello más comunes

• Alopecia androgénica: la forma más frecuente, relacionada con la genética y las hormonas.

• Efluvio telógeno: caída temporal asociada a estrés, enfermedades o cambios hormonales.

• Alopecia areata: pérdida de cabello en zonas específicas, de origen autoinmune.

• Pérdida difusa: debilitamiento generalizado del cabello sin áreas claras de calvicie.

Tratamientos para la pérdida de cabello

Hoy en día existen múltiples alternativas para tratar la pérdida de cabello, desde medicamentos hasta terapias capilares avanzadas. Entre los más utilizados se encuentran:

• Fármacos aprobados para estimular el crecimiento capilar.

• Terapias de bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP).

• Bioestimuladores de colágeno y factores de crecimiento.

• Mesoterapia capilar con vitaminas y nutrientes.

• Trasplante capilar en casos más avanzados.

Prevención y cuidado del cabello

Además de los tratamientos médicos y estéticos, ciertos hábitos ayudan a prevenir la pérdida de cabello:

• Mantener una alimentación equilibrada rica en proteínas, hierro y vitaminas.

• Evitar el estrés en exceso.

• Reducir el uso de planchas, secadores y productos químicos agresivos.

• Acudir a revisiones con especialistas en tricología para un diagnóstico preciso.